viernes, 21 de octubre de 2011

A veces, no todo son palabras.

Es casi indescriptible la forma en la que se nos dibuja una sonrisa en la cara. Puede ser por muchísimas cosas, una tontería de nuestras amigas, ver a otra persona, una simple sonrisa de otra persona o incluso una canción en un momento preciso... Pero la forma en la que tú me dibujas una sonrisa en la cara es... como llamarlo... especial. Es muy simple: te miro, me miras y es como si hablásemos con la mirada. Nos entendemos con una mirada. Nos decimos todo sin decirnos nada, ¡es simplemente increíble! Y entonces permanecemos así, mirándonos, sonriendo como tontos porque nadie entiende nada, nadie más que nosotros dos. Y me gusta,  nada más que porque es algo de nosotros dos y de nadie más. 

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